Andalucía se consolida como uno de los motores económicos de España de cara al próximo año. Según el último informe del servicio de estudios de BBVA, la comunidad experimentará en 2025 un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 3,0 %, una cifra que supera el 2,8 % estimado para el conjunto del país. Este dinamismo económico permitirá la creación de hasta 153.000 empleos entre 2025 y 2026, con una reducción de la tasa de paro hasta el 14,2 % de media al cierre del próximo ejercicio.
El estudio, presentado por el economista jefe de BBVA Research para España, Miguel Cardoso, junto a Francisco Javier Jerez, director territorial sur de BBVA, sitúa a Andalucía como una de las regiones con mayor potencial de crecimiento a corto y medio plazo, gracias a factores como la recuperación de la actividad agraria, el aumento del consumo interno y el impulso del turismo y las exportaciones.
Crecimiento por encima de la media nacional
Andalucía arranca 2025 con un crecimiento del PIB superior al de España, gracias al buen comportamiento de sectores clave como el agrario, el comercio y la hostelería. A esto se suma una recuperación de la demanda interna impulsada por el consumo público y una climatología más favorable tras años de sequía.
BBVA estima que la región creció un 0,8 % en el cuarto trimestre de 2024 y un 0,7 % en el primero de 2025, situándose por encima del promedio nacional. Este ritmo positivo tiene lugar tras el fuerte impulso experimentado a finales de 2023, cuando la economía andaluza se benefició especialmente de la inversión pública y la mejora de las condiciones climáticas.
Previsiones moderadas para 2026
Para 2026, BBVA Research anticipa una moderación del crecimiento en Andalucía hasta el 1,6 %, en línea con el escenario de ralentización previsto para la economía nacional y europea. Entre los factores que explican esta desaceleración se encuentran la pérdida de vigor del consumo, una débil recuperación europea, la incertidumbre en materia de política económica y la amenaza del endurecimiento de las políticas arancelarias por parte de países clave como Estados Unidos.
A pesar de este contexto, la inflación se mantendrá contenida en torno al 2 %, debido a la caída de los precios del combustible, lo que permitirá recuperar poder adquisitivo y seguir estimulando el consumo y la inversión.
El empleo sigue creciendo con fuerza
Una de las claves del dinamismo económico andaluz es su fuerte capacidad de generar empleo. Entre 2021 y 2024, Andalucía ha creado 310.000 empleos, de los que el 29 % han sido cubiertos por población inmigrante. Aunque esta cifra es inferior a la media nacional (45 %), refleja una tendencia sostenida en la integración de mano de obra extranjera en sectores clave como el agrícola, servicios y logística.
Además, la campaña de verano de 2025 será especialmente positiva. Según Randstad, se prevén más de 125.000 nuevos contratos en Andalucía, lo que supone el 18 % del total nacional, por delante de comunidades como Cataluña o Madrid. El sector transporte concentrará la mayor parte de las contrataciones, seguido por la hostelería y el comercio.
Turismo y exportaciones
El turismo sigue siendo un motor clave para Andalucía, aunque su contribución al crecimiento del PIB será más moderada en 2025. El gasto con tarjetas extranjeras en TPV de BBVA aumentó un 13,5 % en los primeros meses del año, frente al 11 % nacional. Sin embargo, desde la entidad señalan que este crecimiento es inferior al registrado en 2024, por lo que su efecto será menor en el conjunto anual.
En cuanto al comercio exterior, las exportaciones de bienes crecieron un 3,4 % en 2024, pero en lo que va de 2025 el ritmo se ha ralentizado al 0,7 %. Las exportaciones de alimentos, no obstante, mantienen una evolución positiva y se sitúan un 25 % por encima del nivel nominal de 2019. En términos reales, sin embargo, todavía están un 10,8 % por debajo del nivel pre-pandemia.
Productividad y sostenibilidad como retos clave
BBVA alerta sobre algunos desafíos estructurales que podrían limitar el crecimiento futuro. Entre ellos, la falta de inversión en vivienda, los elevados costes laborales y la necesidad de aumentar la productividad, especialmente en las pequeñas empresas. La mejora de la productividad será determinante en un contexto de aumento de salarios, cotizaciones y costes no salariales, sobre todo si se aprueban reformas como la reducción de la jornada laboral.
También se menciona la necesidad de una reforma del sistema de financiación autonómica que acompañe el posible acuerdo para que el Estado absorba parte de la deuda de los gobiernos regionales. En este sentido, las finanzas del Gobierno andaluz presentan una mejor situación que otras comunidades para afrontar este reto, aunque persisten incertidumbres sobre su contribución futura a la consolidación fiscal.
Hasta marzo de 2025, se han licitado contratos ligados al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (NGEU) y concedido subvenciones por valor de 5.530 millones de euros en Andalucía, lo que equivale al 2,6 % del PIB regional. Esta inversión pública está siendo clave para dinamizar sectores estratégicos y acelerar la recuperación económica en zonas especialmente afectadas por fenómenos climáticos extremos, como las inundaciones.
Andalucía, locomotora del crecimiento en 2025
Con un crecimiento previsto del 3 %, una inflación moderada y un fuerte ritmo de creación de empleo, Andalucía se consolida como una de las comunidades más dinámicas del país en 2025, según BBVA Research. Las perspectivas, aunque más contenidas para 2026, siguen siendo positivas, especialmente si se mantiene el ritmo inversor y se abordan los retos pendientes en productividad, vivienda y financiación autonómica.