• La portavoz de Salud del PP en el Parlamento afea a la todavía secretaria del PSOE-A sus críticas a la puesta en marcha de un centro de vacunación masiva en el Estadio de La Cartuja de Sevilla
  • Le reclama “sensibilidad y humanidad” con los sanitarios que se dejan la piel para garantizar la “vacunación a velocidad de crucero” que se está logrando en Andalucía
  • Denuncia la “política de brazos caídos” de Sánchez, al que ve “a rastras” de las comunidades autónomas, y pide más vacunas para Andalucía

La portavoz de Salud del Grupo Popular en el Parlamento de Andalucía, Beatriz Jurado, ha afeado hoy a la todavía secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, sus críticas a la puesta en marcha de un centro de vacunación masiva en el Estadio de La Cartuja de Sevilla. “Es una oposición destructiva que no conduce a nada y que se está convirtiendo en un ataque del socialismo andaluz a los profesionales sanitarios, que son quienes se están dejando la piel para garantizar que la vacunación se esté llevando en Andalucía a buen ritmo”.

“Los profesionales sanitarios son quienes están haciendo funcionar los puntos de vacunación”, recalcó la dirigente popular, quien pidió a Díaz “sensibilidad, humanidad y espíritu propositivo”.

La portavoz popular destacó la “velocidad de crucero” que está llevando el plan de vacunación en Andalucía, donde ya se han puesto el 93% de las vacunas que han llegado a la comunidad, y recordó que esta semana se han inoculado más de 257.000 dosis. Aún así, sólo el 8% de los andaluces tiene las dos dosis, y el 20% una sola.

“Si queremos llegar al nivel de inmunización que ha marcado el Gobierno de España necesitamos 1,2 millones de dosis a la semana”, apuntó, al tiempo que recordó que el gobierno andaluz está reclamando en las reuniones del Comité Interterritorial de Salud más vacunas y nuevas medidas en materia de vacunación.

En este sentido, dijo que el gobierno de España está haciendo una “política de brazos caídos” al “dejar caer toda la responsabilidad en las comunidades autónomas y limitarse a actuar como una empresas de reparto”. “Al final, Sánchez acaba siempre yendo a rastras de las comunidades autónomas”, concluyó.